Las cajas fuertes mas comunes  están fabricadas a partir de dos componentes de construcción distintos, que se colocan en tres capas. En la capa exterior suele estar llamado “acero suave”, luego algún tipo de material duro y, en lo mas profundo, nuevamente el “acero suave”.

La construcción con material suave se debe a un principio que previene la vulnerabilidad mediante moledora, taladros o algún aparato que trabaje por golpe o fricción. El material rígido, que se coloca en el centro, está constituido principalmente por acero.

Las cajas fuertes con protección contra el fuego, debido a su constitución, son también excelentes aislantes de la humedad ambiental, lo que los hace ideales para la preservación de todo tipo de objetos que se deterioran con la influencia de ella. La compra de una caja fuerte resistente al fuego implica siempre un precio mucho mayor, pero el detalle a tener en cuenta es que el fuego es una de las principales cusas de perdida de patrimonio en cajas fuertes.